El gobierno provincial perdió la oportunidad de hacer historia designando a un mujer para completar la integración del TSJ. Con la incorporación de Claudio Saúl ahora serán todos varones en el máximo órgano judicial de La Rioja, que en 176 años sólo tuvo dos mujeres entre sus integrantes.


Con un gesto que significaba mucho más que eso, el gobierno que encabeza Ricardo Quintela perdió la oportunidad de mostrar el genuino interés de la equidad de género en las políticas y su gestión. A propuesta del mandatario, este jueves la Legislatura designó a Claudio Saúl para ocupar la vacancia que dejó otro varón, Mario Pagotto, cuando en febrero renunció para tramitar su jubilación.

La última incorporación al Tribunal Superior de Justicia había sido en mayo de 2019 cuando asumió el juez Gastón Mercado Luna y se sumó al cuerpo integrado por Luis Brizuela, Claudio Ana, Camilo Farías Barros y Mario Pagotto. Después de mucho tiempo el máximo órgano judicial volvía a estar completo con sus cinco miembros como dice la constitución, ya que la última vez había sido en el 2004.

Pero con la vacancia que dejó Pagotto hace cuatro meses se abrió una gran expectativa de que esta vez un gobierno torcería la historia de desigualdades: durante 176 años, tanto en los periodos presididos por una persona como en los que se integró con todxs sus miembros, el privilegio siempre fue para ellos en el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja.

La nueva foto de la integración completa no será distinta de aquella: cinco varones serán los representantes del órgano que ejerce la superintendencia en la administración de justicia.

LA OPORTUNIDAD PERDIDA

En marzo, cuando todavía ni siquiera se hablaba de completar la integración, tanto el Consejo de Abogados como el diputado de la oposición Gustavo Galván propusieron que esta, y por primera vez, se avance en el cupo femenino dentro del ámbito judicial. Incluso el legislador de Juntos por La Rioja pidió que se apruebe un proyecto de ley de su autoría para que al menos dos de los cinco miembros sean mujeres.

Si bien no había norma y es facultad del Gobernador proponer los miembros del TSJ para que luego la Cámara de Diputados designe, la expectativa posaba las miradas en un gesto político y feminista de Quintela que no existió.

Desde adentro del gobierno aseguran que con el ahora ex diputado Saúl existía un “compromiso” antes de que surgiera la vacancia de Pagotto, pero no se puede ignorar el momento político donde la actual gestión provincial planteó como uno de sus principales lineamiento el compromiso en materia de género y de igualdad especialmente. Quintela prometió paridad pero no aclaró que obviaría a la Justicia.

«No acompañamos el pliego de designación enviado por el Gobernador, porque creemos que además de la idoneidad se debe tener en cuenta la paridad de género en los 3 poderes del Estado. Hoy no hay representación femenina en el TSJ, y desde hace años venimos bregando por una verdadera paridad de la cual el oficialismo demuestra solo quedarse en el discurso con actos como estos”, declaró el diputado Galván en la sesión donde se aprobó la designación de Sául.

SIGAN PARTICIPANDO

En La Rioja la mayoría de las litigantes son mujeres y en la UNLaR también ocupan mayoritariamente el número de matricula de estudiantes de la carrera de abogacía, en tanto que los requisitos para ser juez o jueza marcan el título de abogadx, ocho años de ejercicio profesional o de desempeño en la magistratura y treinta años de edad. Claramente no se visualiza una explicación numérica o lógica para entender porqué

Semanas atrás en declaraciones mediáticas el presidente del TSJ, Luis Brizuela, volvió a poner la carga en la tan oportuna “idoneidad” (cuando de mujeres se trata) como único requisito para ocupar ese cargo. Sin embargo sigue resultando curioso que ese concepto nunca aparece en debate cuando se trata de un varón y no es casualidad, ellos no son cuestionados ni deben probar nada cuando son los elegidos.

Pero resulta más preocupante que Brizuela destacara que hubo avances en la participación «porque hoy las mujeres pueden estudiar carreras universitarias”. En pleno 2020 y con un movimiento político y social como el feminismo que hace tiempo disputa el poder en las mesas grandes, la anacronía en las declaraciones de la máxima autoridad de la Función Judicial parece, cuanto mínima, absurda.

Brizuela fue más allá con su poco interés en la participación igualitaria, y se mostró más preocupado por inclinar una balanza que genere “desigualdad” y afecte a los hombres: “la cantidad es circunstancial. Tiene un problema que se puede volver en contra con una discriminación inversa. Tenemos que dejar de ser una sociedad pendular, que va de un extremo a otro. Hay que ser equilibrados y avanzar en la participación de todos”, declaró en radio Fénix, ignorando que las llamadas discriminaciones positivas para garantizar la igualdad de género, son políticas de Estado.

De acuerdo con la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres, celebrada en septiembre de 1995 y que produjo la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, se destaca para el empoderamiento de mujeres el acceso a puestos de toma de decisión y ejercicio de poder.

La política también vive de gestos. La nueva foto de los cinco varones en el TSJ que acaba de conseguir el gobierno provincial, fue uno muy claro.